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kiosko de poesía de otoño número 30 |
LA LUZ INAUGURADA XI
Encienda el alma entre lirios, prepare escalas de seda anhelando la dulce luz de los cirios, que viene presencia queda señalando.
En esta noche callada, deje el Amado Esposo que le alumbre y quede cuita olvidada en su plácido reposo y certidumbre.
(De Adormecida urgencia de llamarte, Vitolas del Anaïs, 47)
(LA DULCE CUCHARADA)
Es lo que necesito para hablar. No el hecho: la inminencia. No el vuelo de los pájaros, sino un roce de ala.
En torno a la palabra se dibuja la meta sin el límite. En su persecución interminable el casi me seduce, me transporta.
Tengo ganas de casi para siempre. De restarle a lo exacto la dulce cucharada.
(De Un rato de zumo, Vitolas del Anaïs, 45)
LOS SUICIDAS
Los equilibristas del color nacen para no vivir para saborear la muerte.
Andan solos y aturdidos pero cuando se encuentran se sienten aliviados se confunden.
Los viejos les sonríen como si fuesen niños perdidos que han olvidado el amor.
FARELO
O poema tem q ser sequinho. MAGRO. Se possível nordestino: desnutrido e valente. Deve ser raquítico definido: coureosso
POST SCRIPTUM
- parlavano di te ieri alla radio poeta promettente il più giovane il migliore …-
Di me qui avvolto in un pallore senza voce che scrivevo di vendette che leggevo Giovanni della Croce la foto di Céline davanti e la voglia di scopare di vaffanculo tutti quanti
che una come lei ci vuole del fegato qualcosa da bere almeno fino a non più ragionare e cosa mai si potrà scrivere – per quanto – senza pregare?
e quale chimica raggelante ordinerà un elenco di nomi magari distinguendo quelli falsi da quelli buoni o delle persone quelle vere sempre diverse da quelle buone – e io dei pochi
stranamente rimasti a sperare che finalmente basti – io qui cieco a notte a vomitare con la faccia sopra al water e nessuno che salvi il sogno nessuna voce nessun pater. (Da Il mestiere dell’educatore, Book Editore, 2002)
VOCES EN LA RUTA
Almácigos y hoteles en la ruta. Cóncavos de vidrio los pocos pasajeros. Un espacio amasado en el silencio y palabras que se pierden sobre el pasto. Adustas compañías que el polvo disimula.
Incesantes las ruedas en la ruta van mordiendo la próxima llegada.
RULETA RUSA
Amor de mis entrañas, prueba suerte que hoy vengo disfrazado a tu medida, y sin pudor te ofrezco una partida que me de la ocasión para tenerte.
No temas a jugar. Cógela fuerte, la bala del amor es recibida por el tambor rugoso donde vida no nacerá jamás, pues todo es muerte.
Sostengo la culata entre mis dedos. Levanto el percutor, respiro hondo. Oigo tu corazón acelerado.
En el ambiente flotan nuestros miedos. Pongo en tu boca su calor redondo y si aprieto el gatillo habré ganado.
(de Todas las mentiras, Cuadernos del vigía 2006)
SIETE HAIKUS Y UN TANKA
Triste cenáculo el de las mariposas en nuestro entierro.
*
Como este haiku tuve cerca el olvido, y lo he perdido.
*
Ciega la luz a quien no escucha nunca tu oscuro canto.
(a la sombra)
*
Quiero perder tu rastro mientras pueda asir tus manos
(a tientas)
*
Salir y no volver jamás al sitio abandonado
(popa)
Por una vez, levar ancla y partir hacia el futuro.
(proa)
*
Aquel que alumbra mis pies y mis temores jamás vacila.
(Haijin)
*
Yo, cada día, -ya sólo en tu regazo llega la calma- sé menos del amor -cuando la calma es muerte.
(respuestas imprecisas)
PROPÓSITO DE ENMIENDA
Convencido de que el gozo no dura lo necesario y quedan los labios desolados como ciudad sin nadie, educaré mi corazón para ser nómada.
Hablo de la no permanencia, de la inconstancia sensata que revela lo que no ha de durar pese al azote contumaz del deseo. Porque no es otro el destino de un cuerpo sino su fuga, su adiós irremisible. Lo contrario nos aboca al desastre: negarle el vuelo a un pájaro apretando en el puño su menuda presencia...
Asumido el precepto, cada cuerpo que estreche entre mis brazos será efímero, alegre, irrepetible, amado con la fiebre de quien piensa el último, mas siempre con presteza exquisita.
Tal presteza que cuando ese eficaz intruso del amor que llamamos desastre pretenda, todo cauto, descubrirme, no ha de hallar en el lecho sino a un hombre que duerme solo y saciado ya. Despreocupado.
Granada, 1988
(De Dos o tres cosas que sé de ella, Aynadamar, Málaga, 1993)
CONTEMPLO MIS DÍAS
Contemplo mis días ordenados como la bisutería barata de esos escaparates donde nada cambia de sitio y el polvo es como un manto cruel que aparece desvelado por la luz. Alhajas deslucidas que un día mostraron jubilosas su brillo, pretendiendo unir su destino al dedo esperanzado de una novia. Hoy permanecen ancladas en un escaparate tan viejo como el dueño tan caduco como el letrero. Nadie comprará lo que prometen y cada día que pasa disminuye su esplendor y su brillo. Sentenciadas de antemano por el tiempo, el paso de los días aumenta su condena a ser reliquias exhibidas en un carnaval.
También los días son como alhajas encerradas en vitrinas del pasado, oscura memoria de un tiempo deslucido que espera bajo el manto del polvo, el olvido. No hay dolor, sólo el hastío de esos días que tienen el brillo opaco del oro falso.
POETA EN UN PARQUE es un sopor de palomas aborrecidas.Palabras… palabras…
(Inédito)
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