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kiosko de poesía número 18 |
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CAPÍTULO XIX, parlamento de Sancho: Paréceme, señor mío, que todas estas desventuras que estos días nos han sucedido sin duda alguna han sido pena del pecado cometido por vuestra merced contra la orden de su caballería, no habiendo cumplido el juramento que hizo de no comer pan a manteles ni con la reina folgar ............... me deshice en juramentos que arrastró felizmente el monóxido de carbono paciente nube que un día me cambió las bragas por el pelo largo
miré de frente a la luz de historias fluyentes sin oficio ni beneficio historias para la memoria de las manos historias azules historias de cosas que llegan siempre tarde historias valientes historias
salvé distancias como manantiales para sentarme con las piernas abiertas sobre ti y decir que este año me han vuelto a subir la beca beca para desestudiar unos cuantos principios vitales vitales como el gusano para la vida de la manzana manzana que te bebías de mis piernas
comprometí mi honor dudoso divertida por el sonido probable de la cuchilla en la muñeca la afilada lanza que tanto me pesaba mientras avanzaba así mientras avanzaba
avancé con rapidez hasta el absurdo lugar donde nacen las piedras porque las piedras nacen sí y se reproducen y mueren sólo para que arrastres sus cadáveres
y pequé contra el juramento hecho un día a la condición inherente contra la frente surcada de lisas canciones contra las distancias sublimes que te habitaban contra mi honor la más graciosa de las bromas pesadas contra el avance que garantizaba la conquista
y el pan era delicioso como mi propia sangre que llueve y la reina reía y reía y reía y reía y reía
PERRA SUERTE
Lloro por mi animal muerto, que es llorar por mí y es perder parte del paisaje. Mi vida es, más que nunca, sólo mi vida y menos la vida de otros. Porque tú no estás tengo menos realidad y más recuerdos.
Soñarás conmigo, moverás la pata enloquecida corriendo por dunas de pienso, y encontrarás a Yago, diminuto perro apretado, cuyo rastro perdiste sin comprender el tiempo ni su ausencia. Y no estarás sola como yo porque ya soñarás para siempre, sin temer a la muerte ni a los cohetes de feria, sin saber que no existes, sin saber que no volverás.
Y tu barriga rosa otra vez, rubia para siempre, perra tonta para siempre, sin religión, sin miedo, trotando bobamente hacia la nada.
Javier BenítezPAREDES BLANCAS CON SALAMANQUESAS TRISTES
Homenaje a Pablo Neruda
A Paqui R.
Mis queridas salamanquesas: este martes de un julio tan corriente como pocos, un martes que me vale por miércoles o sábado y ver cómo te alejas sin volver la cara, orgullosa y celeste de apagar un concierto para siempre, queridos animales, igual que se confirman de golpe las sospechas lo único cierto es que no sé qué siento por vosotras, pues aún siendo verdad que os tengo aprecio, a veces me causáis miedos y sobresaltos que estaban reservados al rito de saberte inalcanzable; y aunque es verdad que hay noches por las que os debiera moderada compañía, si veo en tu pupila fosforescente y vértigo algún resto de amor o desafío, me enfado con vosotras, me torno aborrecible y me pongo a romper fotografías o a lanzar vasos de agua a las paredes, de lo cual me arrepiento siempre siempre al cabo de un momento, y os busco inútilmente para que me perdones, y dejéis de mirarme tan tristes y asombradas, y no escapes de mi, ni tratéis de esconderos, como las cucarachas gonzalianas se esconden del que llega borracho y a deshoras.
Estimadas amigas, querida compañera que no estás, quizás no me entendáis pero hoy tenía que deciros que te quiero.
Javier EstebanDE NUEVO, UN PAÍSNo recie cuál lasa y jarcia, en partesa cerrada,palaciega, es tu crudísimo yambo bantúo qué presillo finara un furioso, omnisciente cerero; se abniega, eh botín, plosivo hasta ayaza el calambur pletórico del envés, acribillanhornazos con cárdena baterista y procelosasarias margüelas, chanchullo a trasguera, primorreligado por catres: si añagaza desbastar le esta mesada, hoy paséis; mi relaje abalorio mero difunda encrespado el auto y sinécdoques, ergos; más fantabulado garzón pellejero, él saliente, ves párvula, os musita su cárcava y daifa, marbete por tarja grujiendo un mandil que conchabe, aún plañera, esta carpa virtud.
DE LA MANO DEL AGUA (I)
Vivir es entregarse ante todos los vientos sin tener más deseos que un camino esperando cada nueva mañana que amanece en los ojos.
Entregarse sin miedo y sin contemplaciones a todas las sorpresas que nos brinda la vida con la ingrávida inercia de las alas de un ave o la leve amargura que acompaña los besos.
Cada esquina del tiempo desemboca en la mar y no sirve de nada añorar las orillas ni soñar la quimera de un hogar encendido si al final del viaje que no tiene regreso nos espera la vida para hacernos pedazos.
Entregarse tan solo con los ojos cerrados y abrazar el abismo con ternura de amante es la única forma de vivir lo vivido.
LA ESPERA
Y henos aquí como siempre estuvimos: sin alas que nos impulsen Yassin Adnan La inocencia azul de esta mañana tiritaba al soplo frío de tu ausencia. Mientras pasan las horas taciturnas, me pongo el traje de verano, arrodillo mi sombra y cobro impuestos al sol del mediodía, ensartado rabioso en la veleta, cruel, impura y afilada de la espadaña altiva. Mi piel en ruinas se ruboriza al viento del aliento, procaz y malicioso, de tanta luz volcada y delirante. Sin espuma las crestas de las olas; sin arena esta playa, que derrito al paso cadencioso de mis huellas desnudas, y mi vientre agitado -conformado en caliente- por un calor inhóspito y plomizo. Llega el atardecer hasta mi puerta sin cerrojos ni aldabas. ...Y con la tarde, tú. Atrás quedan las horas impacientes de ausencias -estas gafas de sol protegen mi conciencia y mis pupilas de verte- Llegas como el tornado besando a bocanadas, a dentelladas dulces e impacientes. Y te derramas del negro de tus ojos, amando con coraje, hasta romperme en tu risa asilvestrada. La habitación quedó desprotegida -igual que nuestras almas- al roce de los cuerpos. Se viste un horizonte arrabalero de galena, cinabrio y limón verde. En la maceta roja de la tarde nacían con ternura las violetas, seguras que, en la noche de la alcoba, colgarán desde el cielo una estrella fugaz y otra dormida.
UNO DE ENERO
Hoy cuando mi habitación se enfría en un apagado domingo de enero apareces con un pijama y el cabello recogido dejando al descubierto el barranco de tu nuca por el que se despeñan todas las horas que me quedan.
IN MEMORIAM
Madre, cuando llegué
LA LOCA HISTERIA DEL MUNDO
La película estaba empezada, la butaca era dura, los actores malos, no entendimos el guión, apenas nos metimos mano y no la vimos terminar.
CELEBRACIÓN
aún nos queda cubrir la tarta de nata. debería ser un día familiar, siguiendo el rastro de baba de un caracol luminoso o el de las hojas al rojo vivo que caen en el aljibe.
debería ser un día familiar. con veinte niños de diez años gritando alrededor y el payaso de labios encendidos que les hace sonreír mostrándoles cabezas de langosta, perdigones usados y el colmillo de un oso tintado de un rosa temible.
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