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kiosko de poesía número 16 |
Belén Sánchez
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(Foto: un grupo de mulatas sobre el césped)
Las sirenas salen a la calle, clavan sus pies como cuchillos en la ternura de las plazas. Cuídate. Un rastro de escamas sin nombre ha de llevarte hasta mí.
PUEDE SER
Amanecen despedidas, los amantes dejan sus arrullos en los buzones de propaganda. Las ventanas bajan los párpados contradiciendo a la aurora. Ya se calma en mis labios el eco de tu maquillaje. Mientras el sol trepa por oriente, deduzco que puede ser amor este deseo incontenido de romperte a besos.
DEFENSA PROPIA
La crisis muestra las entrañas de la vida humana, el desamparo del hombre que se ha quedado sin asidero. María Zambrano
de muchacho contemplaba las palabras cotidianas la música popular pegadiza y los secretos que relatan las hazañas merendando en la azotea con "tesoros" y "temporadas en el infierno" el regreso al recuerdo es como si mi propio entendimiento resultara abstracción del pasado del presente que acojona que se mueve como antigua amante privada de sentido encogida en mis brazos y mi lengua así que ya sabéis dónde me encuentro "en la cima del mundo" como ganster que cambia el rock por la copla el jazz por el flamenco tratando de no competir con la silvestre angustia ni con el anestesiante sufrimiento que me proporciona sabiduría humildad y relámpago para manejar los sentimientos el deseo me atraviesa y llevo "flores en las manos" y aunque no me creas aunque todos los transistores enmudezcan quiero despertar junto a ti a pasito lento en primer plano con la aurora con mi timón entre tus piernas pobladas de ternura así hasta llegar a marzo
Tan sólo el amor No se desdeña el mundo a tu antojo, amor mío, esos átomos no responden de soledades ni tienen electrones consentidos. El calor de un sueño se disuelve en la memoria con la que tantas veces recordé un momento sin medida, sin ningún espacio, sin ningún tiempo, sin ninguna materia: en la memoria no existen dimensiones geométricas ni leyes de Euclides que la rijan. Sin embargo tengo surcos tiernos en el exterior del alma, en la clara voz con la que rezuma mi garganta; sin embargo cuando no es memoria, ni cerebro, ni neurona, ni pensamiento, ni entraña que tenga esplendor de aurora, sin embargo, es el tiempo quien desdeña, es la recta en dimensión geométrica quien inexorablemente discurre infinita, es esa magnitud constante que la mano del físico no puede hacer discreta y arruga sin remedio. El tiempo, la cuarta dimensión, invisible a los ojos de la intuición clara. Y aunque este alma con mi nombre y sus recuerdos se evapore en liviana materia por un espacio no concluido, aunque este espacio de mi alma como tal tenga un fin anunciado, tenga una meta, aunque el destino sea el fin de su propio destino, te diré amor mío algo que consuela mi inteligencia: y es que el mundo, el espacio, no es infinito, pero sí ilimitado: y en algún lugar podrán nuestros dedos acariciar su bucle, repasar la esfera en la eternidad del universo. Mientras tanto, has de saber, que abrazaré mi memoria la cual rigen mis propias leyes, y que no será el tiempo quien la arrugue, sólo será tu amor la dimensión de su sendero.
YOCASTA
Ella tiene un río de muerte entre la miel de su entrepierna Cuando nos unimos sobre las brumas de nuestros ardientes cuerpos su sexo cósmico me devora todo Ella siempre me desea dentro de su cálido cuerpo y en cada movimiento me brinda el paraíso y yo en éxtasis puro me le entrego completo Los gemidos son aullidos lejanos y el ritmo sexual son temblores telúricos Ella tiene unos hermosos pechos que me invitan a convertirme en un Edipo loco de amor...
DISTANCIA
Mírate desde fuera. Pon distancia entre la piel que ves y la que tocas. El río que discurre entre las dos ya no te moja. Sangre fue tan caliente que las venas ardían. Sus llamas alumbraban tus batallas nocturnas. Hoy apenas combate. Guerra tibia.
DUERMEVELA
La sien descarnada por el péndulo, y en la oscilación desprenderse ha sido inevitable. Todavía sol no ha penetrado en la nieve de los azulejos, y por su blancura se deslizan dulcemente los ensangrentados ojos del vigía hacia un trasmundo ofrecido por los dioses. Y los reflejos nos otorgan la aspiración a músicas-islas aparecidas en el fondo de esa caracola en donde el nácar exalta el destierro del mar. Cómo has surgido tan crepuscular si tantas luces insinúan signos que son labios. Ni siquiera tú, testigo de tus aguas, llegas a completarte, a manifestarte y sólo esculpes estrellas de inmensa limpidez bajo ese castigo de las cosas donde toma origen el cuerpo que desconoces bien y despunta inconscientemente de ti en la abstracción de tu soledad.
LA CAJERA MURIEL
estoy pensando en la cajera sedente ella es lo verdadero de la sincronía del mundo con su rayo láser ávido de códigos me murmura complacida las ofertas y cómo suma los dígitos arrastrando entre lo dócil y el hastío el tesoro precioso de mi dulce integral a través de la máquina que le computa el precio exacto de toda mi tarde dice tres y nunca nunca fue este número más mágico la cajera extraordinaria teclea el sumatorio de la monotonía y dice tres y mira entonces justo antes de que se produzca el cotidiano milagro de que mi dulce integral sea mío para siempre de repente ella mira otra tarde sale de lo mío a lo del otro le susurra las mismas ofertas le marca el tetrabrik con el ojo de su láser abriendo en fin el cajón místico del hiper con un movimiento suyo de mercado los billetes ordenados repiten la cara de ella sin gestos y me voy por esas puertas que se abren sólo con el aura dejándola mientras su láser que suena va marcando otra tarde
TRIPALIUM II
De nuevo es soledad, soledad de nunca. Imposible el plural si el tú se cae del lenguaje, paraíso perdido. Verbos limitados al yo desnudo que no supe, que no sabré habitar. Perder es para siempre, para siempre es a pérdida y después minas abandonadas. Curo nombres con días nuevos como esta luz: Aquí, Tarifa, invierno del dos mil tres, ajena a las estaciones, pero dejad que mienta el color. como si sólo tú hubieras sido vida, todo lo demás, mundo.
EL CANTO DE LAS SIRENAS
Un coche patrulla, sirenas de ambulancia, gente corriendo a ninguna parte, y tú y yo helados viendo cómo la ciudad se ponía patas arriba. La bomba fue contundente: pero según las noticias sólo murió la seguridad de creernos invencibles.
En esta dimensión me llaman Pedro y sé que mi destino es la palabra. Tuve padres honrados que infundieron la rectitud, cual norma, en mi conciencia. Gozo de la amistad, como un tesoro que cultivo y que mimo, inapreciable, y el amor de mi esposa me ha colmado, con creces, ilusión y expectativas. Tengo esa edad en la que se resumen las tópicas preguntas trascendentes: ¿quién soy, cuál es mi cuna, a qué me enfrento...? Pero la mente es tumba clausurada y sigo aquí, en medio de la vida, intentando aferrarme a la cordura.
CONTEMPLACION DE LA AMADA
Sueña en su estatura con las horas muertas que se van cayendo como tulipanes de su rostro pero no se inmuta aparentemente y se va volviendo como quien no quiere compartir su tiempo hasta que se oculta aparentemente y me deja solo con los ojos mudos y el dolor abierto.
TO BE OR NOT TO BE
Eso es lo único que hago: ser y estar.Ser cada día menosy estar cada día másgordo.
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